Estrategias Breves y Enfoques Innovadores para el Manejo de Ansiedad y Estrés en la Vida Cotidiana

Estrategias Breves y Enfoques Innovadores para el Manejo de Ansiedad y Estrés en la Vida Cotidiana

Estrategias Breves y Enfoques Innovadores para el Manejo de Ansiedad y Estrés en la Vida Cotidiana

Resumen

Este artículo explora las dinámicas de la ansiedad y el estrés desde la perspectiva de la Terapia Breve Estratégica y las Terapias de Tercera Generación. Se examinan las causas subyacentes de estos estados emocionales y se presentan enfoques prácticos, haciendo hincapié en técnicas breves y estratégicas, así como en intervenciones innovadoras. Se destaca la importancia de la atención plena, el ejercicio, la gestión del tiempo y el apoyo social, integrando principios de terapias contemporáneas para un manejo efectivo.

Introducción

En el ámbito de la Terapia Breve Estratégica y las Terapias de Tercera Generación, abordar la ansiedad y el estrés implica un enfoque dinámico y estratégico. Este artículo explora las causas subyacentes de estos estados emocionales y presenta intervenciones prácticas que se alinean con los principios de estas terapias modernas.

Dinámicas desde la Terapia Breve Estratégica (TBE)

La Terapia Breve Estratégica (TBE) emerge como una corriente terapéutica innovadora, destacando el concepto fundamental de «soluciones intentadas». Desarrollada por eminentes pensadores como Paul Watzlawick y Giorgio Nardone, la TBE ofrece un enfoque pragmático y estratégico para abordar la ansiedad y el estrés, situando al individuo como un agente activo en su proceso de cambio.

Identificación de Patrones de Comportamiento y Soluciones Intentadas

En la TBE, se parte de la premisa de que la ansiedad y el estrés son mantenidos por patrones de comportamiento específicos. Estos patrones, en muchos casos, representan «soluciones intentadas» por parte del individuo para afrontar desafíos o conflictos. En lugar de percibir estos comportamientos como disfuncionales, la TBE los ve como estrategias que, aunque pueden ser ineficaces o contraproducentes a largo plazo, inicialmente surgieron como respuestas adaptativas.

Intervenciones Estratégicas a Corto Plazo y Soluciones Alternativas

El terapeuta en la TBE trabaja en conjunto con el cliente para identificar estas «soluciones intentadas» y diseñar intervenciones estratégicas a corto plazo. Este enfoque no solo apunta a desmantelar patrones disfuncionales, sino también a ofrecer alternativas más efectivas. Al entender las soluciones intentadas como respuestas adaptativas, se puede facilitar una transición hacia estrategias más saludables y productivas.

Enfoque en la Comunicación y la Realidad Percibida

Siguiendo el enfoque de Paul Watzlawick, la TBE explora cómo la comunicación y la percepción de la realidad contribuyen a la ansiedad y el estrés. Aquí, las soluciones intentadas también se vinculan con patrones comunicativos disfuncionales. Cambiar la forma en que el individuo se comunica y percibe su realidad se convierte en un elemento clave para modificar los patrones que mantienen las emociones negativas.

Abordaje Estratégico de Síntomas

En la TBE, los síntomas no se ven como manifestaciones intrínsecas de una patología, sino como parte de las soluciones intentadas. Al entender la función de estos síntomas, el terapeuta puede ayudar al individuo a desarrollar estrategias más eficientes para enfrentar los desafíos cotidianos.

Conclusiones desde la TBE

La TBE, al incorporar el concepto de soluciones intentadas, reconfigura la comprensión de la ansiedad y el estrés. Ofrece una vía para desentrañar los patrones de comportamiento disfuncionales y fomentar soluciones más adaptativas. La colaboración entre el terapeuta y el cliente se convierte en un proceso estratégico donde la identificación y la transformación de las soluciones intentadas se traducen en cambios emocionales significativos y duraderos.

Los maestros de la TBE proponen la identificación y desmantelamiento de estos patrones, centrándose en intervenciones estratégicas (Watzlawick, 1976; Nardone, 2005).

Intervenciones Breves y Estratégicas:

  1. Reencuadre Cognitivo: La aplicación de técnicas de reencuadre cognitivo busca alterar la percepción de eventos estresantes, desafiando y modificando patrones de pensamiento negativos (Nardone, 2005).
  2. Prescripción de Tareas: Asignar tareas específicas interrumpe los ciclos de ansiedad, fomentando un cambio de comportamiento inmediato y sostenible (Nardone, 2005).

Dinámicas desde las Terapias de Tercera Generación

Las Terapias de Tercera Generación, con exponentes como Steven Hayes y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), proponen una relación más aceptante con la ansiedad y el estrés. Se centran en la aceptación de experiencias emocionales y la promoción de valores personales (Hayes, 2004).

Intervenciones Innovadoras:

  1. Mindfulness y Compromiso Valioso: Integrar prácticas de mindfulness para cultivar la conciencia y la aceptación, combinadas con el compromiso en actividades alineadas con valores personales (Hayes, 2004).
  2. Enfoque en la Resiliencia Emocional: Desarrollar habilidades de resiliencia emocional destaca la importancia de adaptarse y aprender de las experiencias estresantes (Kessler et al., 2012).

Conclusiones

Abordar la ansiedad y el estrés desde enfoques breves y estratégicos, como la TBE, y desde las Terapias de Tercera Generación, permite intervenciones efectivas y sostenibles. Se destaca la importancia de la atención plena, el ejercicio, la gestión del tiempo y el apoyo social, integrando principios de terapias contemporáneas para un manejo holístico y dinámico.

Palabras clave: ansiedad, estrés, Terapia Breve Estratégica, Terapias de Tercera Generación, atención plena, resiliencia emocional, bienestar.

Referencias

Hayes, S. C. (2004). Acceptance and Commitment Therapy, Relational Frame Theory, and the Third Wave of Behavioral and Cognitive Therapies. Behavior Therapy, 35(4), 639–665.

Kessler, R. C., Petukhova, M., Sampson, N. A., Zaslavsky, A. M., & Wittchen, H. U. (2012). Twelve-month and lifetime prevalence and lifetime morbid risk of anxiety and mood disorders in the United States. International Journal of Methods in Psychiatric Research, 21(3), 169-184.

Nardone, G. (2005). La mente contro la paura. Soveria Mannelli: Rubbettino.

Watzlawick, P. (1976). How Real Is Real? New York: Vintage Books.

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Mindfulness en Collado Villalba

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¿Qué es Mindfulness?

Desde que Jon Kabat Zin comenzara el Programa de Reducción de Estrés y Relajación en septiembre de 1979 en el hospital de Massachusetts la difusión de mindfulness ha crecido exponencialmente a lo largo y ancho de occidente. Pero aunque el concepto Mindfulness sea ampliamente conocido, su práctica sea realizada por miles de personas y el número de estudios sobre sus efectos se haya multiplicado, todavía no hay un acuerdo sobre los significados de mindfulness.

Mindfulness se entiende a menudo como una traducción del término pali “sati”. La traducción de “sati” presenta diferentes acepciones tales como consciencia, atención y recuerdo. De ahí el termino mindfulness o atención plena. Sin embargo, la acepción de recuerdo no está incluida en este termino inglés, aunque sí que deberíamos tenerlo presente en el concepto de mindfulness, en el sentido de que «recuerdo» viene a significar en este contexto «acordarnos de ser conscientes y prestar atención» (Pollak, Pedulla, & Siegel, 2016).

Por otra parte, en el concepto mindfulness podemos encontrar otros componentes como la aceptación, el no juicio y la compasión; incluyendo en este último concepto la amabilidad, la bondad y la auto compasión.

De este modo, podríamos llegar a aceptar como una completa definición del concepto mindfulness la que nos proporciona Kabat-Zinn (2005) como «la conciencia que surge de prestar atención, a propósito, en el momento presente, y sin juzgar.»

En qué puede ayudar Mindfulness

Más allá de la definición conceptual de este constructo parece que hay bastante evidencia en relación a que la práctica de mindfulness puede reducir los niveles de estrés y de ansiedad (Williams & Danny, 2013).

El extraordinario desarrollo y difusión del protocolo MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) ha producido una gran cantidad de artículos científicos que evidencian efectos significativos para facilitar la regulación emocional, mejorar el bienestar o prevenir la depresión y la ansiedad (Wheeler, Arnkoff, & Glass, 2017).

Mindfulness, conciencia social y contexto educativo

Hoy en día tenemos bastante evidencia sobre la relación entre mindfulness y la conciencia social. La conciencia social lleva intrínseca la mirada al otro, ponerse en su punto de vista, expresar empatía y comprender las normas del comportamiento social.

Además, como sugieren el estudio de Lawlor, (2016) el desarrollo socio emocional implica una mejora de las habilidades sociales y emocionales, del comportamiento y la actitud así como del rendimiento académico. Dada esta evidencia, la introducción de mindfulness en el contexto educativo debería de ser una prioridad.

Mindfulness se ha revelado como una intervención que mejora la salud mental en niños y adolescentes (Kallapiran, Koo, Kirubakaran, & Hancock, 2015), y en concreto reduce el estrés de manera bastante significativa.

¿Cómo usamos Mindfulness?

Integramos mindfulness en el contexto terapéutico con el objetivo de ayudar a alcanzar ciertos objetivos, como el manejo adecuado de pensamientos, emociones o sensaciones. De este modo, el resultado en sinergia con el marco terapéutico adecuado es el de una reducción significativa de la ansiedad, el estrés, los pensamientos obsesivos y los síntomas depresivos. Además, buscando en todo momento la propia autonomía del paciente.

Por otra parte, impartimos intervenciones grupales basada en Mindfulness.

Entre otras:

    • Mindfulness para superar la EBAU: una intervención diseñada para ayudar a los estudiantes a superar ese momento clave de su carrera académica.
    • Mindfulness en contextos de alto rendimiento: Diseñada para personas cuya exigencia profesional o deportiva es de máximo rendimiento.
    • Mindfulness para momentos difíciles: Diseñada para ayudarnos en momentos en los momentos más difíciles.

Referencias

Avila-Toscano, J. H., Hoyos, S. L., González, D. P., & Cabrales, A. (2011). Relación entre ansiedad ante los exámenes, tipos de pruebas y rendimiento académico en estudiantes universitarios. Psicogente, 14(26), 255-268.

Campos, D., Cebolla, A., Quero, S., Bretón-López, J., Botella, C., Soler, J., … Baños, R. M. (2016). Meditation and happiness: Mindfulness and self-compassion may mediate the meditation- happiness relationship. Personality and Individual Differences, 93, 80-85. https://doi.org/10.1016/j.paid.2015.08.040

Cayoun, B. (2014). Terapia Cognitivo Conductual con Mindfulness Integrado. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Cebolla, A., Campos, D., Galiana, L., Oliver, A., Tomás, J. M., Feliu-Soler, A., … Baños, R. M. (2017). Exploring relations among mindfulness facets and various meditation practices: Do they work in different ways? Consciousness and Cognition, 49, 172-180. https://doi.org/10.1016/J.CONCOG.2017.01.012

Creswell, J. D. (2017). Mindfulness Interventions. Annual Review of Psychology, 68(1), 491-516. https://doi.org/10.1146/annurev-psych-042716-051139

Dunning, D. L., Griffiths, K., Kuyken, W., Crane, C., Foulkes, L., Parker, J., & Dalgleish, T. (2019). Research Review: The effects of mindfulness-based interventions on cognition and mental health in children and adolescents – a meta-analysis of randomized controlled trials. Journal of Child Psychology and Psychiatry and Allied Disciplines, 60(3). https://doi.org/10.1111/jcpp.12980

Grasses, G., & Rigo, E. (2010). Estudio de la influencia de la ansiedad y el estrés en el rendimiento académico vs. la influencia del rendimiento académico en los niveles de ansiedad y estrés. Educació i Cultura: revista mallorquina, 21, 97-116. Recuperado de https://www.raco.cat/index.php/EducacioCultura/article/viewFile/214566/284858

Johnstone, J. M., Roake, C., Sheikh, I., Mole, A., Nigg, J. T., & Oken, B. (2016). School-based mindfulness intervention for stress reduction in adolescents: Design and methodology of an open-label, parallel group, randomized controlled trial. Contemporary Clinical Trials Communications, 4, 99-104. https://doi.org/10.1016/j.conctc.2016.07.001

Kabat-Zinn, J. (2005). Bringing mindfulness to medicine: an interview with Jon Kabat-Zinn, PhD. Interview by Karolyn Gazella. Advances in mind-body medicine. Recuperado de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16170903

Kallapiran, K., Koo, S., Kirubakaran, R., & Hancock, K. (2015). Review: Effectiveness of mindfulness in improving mental health symptoms of children and adolescents: a meta- analysis. Child and Adolescent Mental Health, 20(4), 182-194. https://doi.org/10.1111/camh.12113

Lawlor, M. S. (2016). Mindfulness and social emotional learning (SEL). Handbook of mindfulness in education, 65-80.

Pollak, S. M., Pedulla, T., & Siegel, R. D. (2016). Sentarse juntos: habilidades esenciales para una psicoterapia basada en el mindfulness. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Sánchez, M. J., Parra, M., Sánchez, T., Montañes, J., & Blanc, P. (2006). Diferencias de ansiedad y rendimiento académico en el proceso de enseñanza-aprendizaje con créditos ects. Ensayos, 21, 203-215.

Shapiro, S. L., Lyons, K. E., Miller, R. C., Butler, B., Vieten, C., & Zelazo, P. D. (2015). Contemplation in the Classroom: a New Direction for Improving Childhood Education. Educational Psychology Review, 27(1), 1-30. https://doi.org/10.1007/s10648-014-9265-3

Van Dam, N. T., van Vugt, M. K., Vago, D. R., Schmalzl, L., Saron, C. D., Olendzki, A., … Meyer, D. E. (2018). Mind the Hype: A Critical Evaluation and Prescriptive Agenda for Research on Mindfulness and Meditation. Perspectives on Psychological Science, 13(1). https://doi.org/10.1177/1745691617709589

Wheeler, M. S., Arnkoff, D. B., & Glass, C. R. (2017). The Neuroscience of Mindfulness: How Mindfulness Alters the Brain and Facilitates Emotion Regulation. Mindfulness, 8(6), 1471- 1487. https://doi.org/10.1007/s12671-017-0742-x

Williams, M., & Danny, P. (2013). Mindfulness. Guía práctica para encontrar la paz en un mundo frenético. Barcelona: Planeta.

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Carta de un paciente a la vida

Carta de un paciente a la vida

Carta de un paciente a la vida

Lo que los pacientes nos enseñan

Siempre que doy de alta a un paciente siento una gran alegría por haberle podido ayudar a encontrar los recursos que le han permitido cambiar su vida.

Si además, este escribe una carta como la que a continuación, con su permiso, publico, la alegría es doble porque sé que está preparad@ para dirigir su vida y navegar cualquier tormenta que encuentre.

Gracias Ioana.

Carta a la vida

Querida vida, tú y yo sin lugar a dudas hemos tenido algún contratiempo.

Algunas veces tú golpeaste demasiado fuerte y yo no tuve tiempo a defenderme, y otras veces yo te enseñe que por mas bajos y desprevenidos que pueden llegar a ser tus golpes puedo levantarme.

Me diste muchas lecciones aunque no estuve presente en todas tus clases.

Tus castigos a ratos han sido duros y difíciles de entender pero no cabe duda que con el tiempo dejé de poner preguntas, a cambio he buscado aceptar lo que me dabas según venía y entender que, según tú, yo los necesitaba.

Me enseñaste que las cosas buenas llegan cuando tienen que llegar y cuando uno las necesita realmente no cuando yo te las pedía.

Tus formas de enseñarme a convertirme en una persona mejor no siempre han sido las que yo pedía, pero no encuentro otros caminos mejores para llegar a ser quien soy hoy.

Hoy sé que la felicidad existe aunque no recordaré la ultima vez que me vi tan feliz y probablemente nunca recordaré la primera.

Ahora por fin me siento tu complice y siento que tú eres la mía. Gracias infinitas por enseñarme que puedo amarme y quererme de la forma más inexplicable que hoy me quiero, gracias por darme la oportunidad de ver y aceptar que las nubes forman parte de mí y no son mi enemigo.

Gracias vida por dejarme caer y enseñarme que sola puedo levantarme que con un poco de suerte, y ganas de luchar se puede seguir adelante. Que quede en el recordatorio el día de hoy y el de ayer, ese día tan especial en el cual me ayudaste a darme cuenta que tú eres mi mejor amiga.

Ioana P.

 

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Cómo protegemos a nuestros pacientes del Sars-Cov-2 en nuestra consulta

Cómo protegemos a nuestros pacientes del Sars-Cov-2 en nuestra consulta

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El riesgo de contagio en lugares cerrados

La crisis de la COVID-19 ha supuesto un cambio significativo en nuestras vidas. Las especiales características de propagación del virus, como por ejemplo que personas asintomáticas puedan contagiarlo, nos obligan a tener especial cuidado en nuestras relaciones sociales, tanto en las medidas de autoprotección como en la responsabilidad social para no contagiar a otros. Así que, hasta que dispongamos de una vacuna eficaz, hemos de tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo de contagio.

Una de las más efectivas es la de limitar al máximo el contacto social, sobre todo en los espacios cerrados. Pero esto no siempre es posible. Necesitamos continuar con nuestras vidas y el aislamiento total no es una opción. Por tanto, la mejor alternativa sería reducir al máximo posible los riesgos de la interacción social.

El problema es que aún falta información respecto a los modos de transmisión del SARS COV2. Se ha hecho mucho hincapié en el lavado de manos y limpieza de superficies, a pesar de que la evidencia científica nos dice que este modo de transmisión es más bien bajo. A tenor de múltiples investigaciones, cada vez hay más expertos que están convencidos de que el principal modo de transmisión es a través de aerosoles, incluso mucho más contagiosos que las gotículas (Chen, Zhang, Wei, Yen, & Li, 2020).

Es decir, que cuando respiramos, hablamos, gritamos el virus puede quedar suspendido en el aire dentro de microgotas muy pequeñas que no caen al suelo, como sucede con las gotículas más grandes que expulsamos por ejemplo al toser.Es fundamental tener en cuenta este modo de transmisión para entender qué medidas son las más eficaces para minimizar los riesgos.

Los aerosoles, valga la analogía, se comportan un poco como el humo. Por tanto, el entorno más seguro sería al aire libre, guardando la distancia social y con mascarilla; de ese modo es prácticamente imposible el contagio. (Nishiura et al., 2020).

El problema es que gran parte de nuestra actividad social ocurre en lugares cerrados. Por tanto, en estos espacios es donde debemos de poner especial atención y extremar la precauciones. Los factores a tener en cuenta en sitios cerrados son:

– Ventilación

– Número de personas

– Actividad (hablar, cantar, gritar, ejercicio físico)

– Protección (mascarillas)

– Tiempo de exposición

– Distancia social

Por tanto, el lugar cerrado más seguro sería un sitio bien ventilado, con pocas personas, con distancia física entre ellas de al menos 2 metros, en silencio, con mascarilla bien ajustada y con un tiempo de exposición breve (Jiménez, 2020).

En la medida que se cumplan más o menos estas variables, el nivel de seguridad será mayor o menor.

Qué hacemos al respecto en nuestra consulta: Nos lo tomamos muy en serio

En primer lugar, hemos de tener en cuenta que una consulta es un lugar cerrado y en donde vamos a estar cerca de una hora. Por tanto, estamos expuestos a dos factores de riesgo, lugar cerrado y tiempo de exposición significativo.

Desde nuestra consulta de psicología ofrecemos la posibilidad de realizar las sesiones por videoconferencia. Esta opción estaría indicada, y sería muy aconsejable, sobre todo en personas de grupos de riesgo.

Sin embargo, la terapia presencial es la forma ideal de tratamiento, además de que para determinados casos la terapia online no es posible o no es adecuada debido a múltiples razones: espacio adecuado, privacidad, etc. Entonces ¿cómo podemos hacer una consulta presencial segura para nuestros pacientes presenciales?

En nuestra consulta, además de las recomendaciones de las autoridades sanitarias, hemos adoptado las medidas con mayor evidencia científica para reducir los riesgos al mínimo posible:

– Disponemos de un amplio y luminoso espacio de 25 m2, lo que hace posible mantener una distancia física adecuada de más de 2 metros evita el riesgo de infectarse por gotículas y contribuye a una menor concentración de aerosoles.

– Aunque la ventilación natural de la sala es excelente al disponer de tres ventanas dobles a la calle, hemos invertido en la instalación de varios purificadores de aire con filtros HEPA (los más eficaces que existen, por lo que son usados en los aviones), con un caudal de renovación de aire suficiente para producir un gran número de cambios de aire por hora en la sala (391 m3/h que suponen unos 5 cambios por hora). Esta medida es fundamental para evitar la concentración de aerosoles y por tanto supone una reducción del riesgo significativa.

– Medidas de higiene, con geles hidroalcohólicos, limpiezas de superficies, etc.

– Obligatoriedad del uso de la mascarilla.

– Sistema HVCA Samsung con renovación de aire exterior.

En resumen, hemos tomado las medidas que, en base a la literatura científica, creemos pueden ser más eficaces para reducir el riesgo de contagio y de este modo proteger la salud de nuestros pacientes.

Referencias

Chen, W., Zhang, N., Wei, J., Yen, H.-L., & Li, Y. (2020). Short-range airborne route dominates exposure of respiratory infection during close contact. Building and Environment, 176, 106859. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.buildenv.2020.106859

Jiménez, J. L. (2020). Arguments Against Aerosol Transmission Don’t Hold Water. Recuperado de https://www.medscape.com/viewarticle/934837?src=uc_mscpedt&faf=1#vp_1

Nishiura, H., Oshitani, H., Kobayashi, T., Saito, T., Sunagawa, T., Matsui, T., … Suzuki, M. (2020). Closed environments facilitate secondary transmission of coronavirus disease 2019 (COVID-19). medRxiv, 2020.02.28.20029272. https://doi.org/10.1101/2020.02.28.20029272

Otros recursos

Ver está entrevista al profesor José Luis Jiménez (Experto en aerosoles profesor de la Universidad de Colorado) en

The Times: https://t.co/HTmjYghzhb?amp=1 El país: https://t.co/mwj1mtfasD?amp=1

Ver este documento sobre la evidencia científica sobre las rutas de transmisión del Sars-Cov-2 creado por el profesor Jiménez: https://tinyurl.com/aerosol-pros-cons

También muy interesante resumen de FAQS: https://t.co/aWjuyvK12R?amp=1

En relación a cómo hacer los sitos cerrados más seguros: https://www.vox.com/science-and-health/2020/8/19/21364031/coronavirus-air-purifiers-filter-hepa-merv-ventilation

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Cuidar al personal sanitario es una necesidad urgente

Cuidar al personal sanitario es una necesidad urgente

Las consecuencias en la salud mental de los trabajadores sanitarios de primera línea son significativas

Recientemente se ha publicado un interesante estudio (Lai et al., 2020) en relación a la salud mental de los sanitarios chinos que han estado tratando el Covid19. En el estudio informan de que el 50,4 %, 44,6 %, 34 % y 71,5 % de los 1257 participantes mostraron síntomas de depresión, ansiedad, insomnio y angustia respectivamente. Asimismo, en este mismo estudio se sugiere que aquellos sanitarios que estuvieron en primera línea mostraron síntomas más graves en todas las mediciones. Si nos vamos a un estudio similar sobre el SARS (Chua et al., 2004) resulta que el 89% de los sanitarios de primera línea mostraron trastornos psicológicos.

Otro dato interesante de este paper sugiere que los trabajadores de Wuhan en comparación con los de otras partes del país demostraron síntomas más severos de depresión, ansiedad, insomnio y angustia. Es decir, trabajar fuera del epicentro de la epidemia se asoció con menor incidencia en la salud mental.  Así que los trabajadores de primera línea de Wuhan tenían un riesgo especialmente alto de padecer síntomas psicológicos.

Héroes o carne de cañón

Si, salvando las distancias, extrapolamos estos resultados a lo que está sucediendo en España, si además tomamos el paralelismo de Wuhan como Madrid, en cuanto a epicentro de la epidemia y si además consideramos que el personal sanitario ha tenido que tomar decisiones imposibles, bajo una extrema presión de trabajo y en muchos casos sin la suficiente protección ¿podríamos deducir que una gran parte de los sanitarios de Madrid está sufriendo actualmente síntomas de angustia, depresión, ansiedad e insomnio?. Probablemente la respuesta sea que sí.

A pesar de las evidencias, tengo la impresión de que no somos conscientes en absoluto, ni desde los estamentos de poder, ni desde la ciudadanía, del inmenso problema que tenemos entre manos. La experiencia en otros países como Italia donde varias enfermeras se han suicidado debería de llevarnos a reflexionar y poner atención sobre la salud de nuestro personal sanitario.

Creo que la imagen de héroe que hemos atribuido a estos trabajadores de la sanidad no ayuda en absoluto en considerar la magnitud real de este problema. Lo sanitarios son tan vulnerables como los zapateros, los conductores o los administrativos, sufren igual y tienen el mismo miedo a morir o contagiar a sus familias. Sin embargo, parece que pensamos que pueden con todo, claro como son héroes.

Desescalada

Honestamente, parece que actualmente estamos más preocupados de cuándo vamos a poder tomarnos una cerveza en la terraza, que de resolver un problema que puede llevarnos al caos y al colapso. Es muy probable que muchos de estos profesionales estén al límite, pero sin embargo seguimos sin darles un respiro, exigiendo más de lo que probablemente su capacidad pueda soportar. Especialmente me preocupa lo que está ocurriendo Madrid, después de todo lo que ha pasado, sorprende que no haya un plan de recuperación y cuidado de este personal, ni por parte de la Comunidad de Madrid, ni del Ministerio de Sanidad.

Seguramente hay que dar pasos para reactivar la economía, pero al mismo tiempo se han de reforzar las plantillas de sanitarios, renovar los contratos temporales al menos hasta normalizar la situación y dar descanso al personal que has estado en primera línea. Además, deberíamos de poder proporcionarles apoyo psicológico, así como social, con medidas de apoyo a la conciliación familiar, etc.

Ahora es el momento de dejar que el personal sanitario descanse y se reponga. Quizá haya una segunda ola o quizá no, pero tenemos que actuar como si la fuese a haber y por tanto disponer de los recursos necesarios, tanto materiales como humanos, listos y en buen estado. Nos va la vida en ello.

Referencias

Chua, S. E., Cheung, V., Cheung, C., McAlonan, G. M., Wong, J. W. S., Cheung, E. P. T., … Tsang, K. W. T. (2004). Psychological      effects of the SARS outbreak in Hong Kong on high-risk health care workers. Canadian Journal of Psychiatry, 49(6), 391-393. https://doi.org/10.1177/070674370404900609

Lai, J., Ma, S., Wang, Y., Cai, Z., Hu, J., Wei, N., … Hu, S. (2020). Factors Associated With Mental Health Outcomes Among Health Care Workers Exposed to Coronavirus Disease 2019. JAMA network open, 3(3), e203976. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2020.3976

 

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Problemas en las relaciones sociales

Problemas en las relaciones sociales

Problemas en las relaciones sociales

Estamos conectados

 A lo largo de nuestra vida los seres humanos podemos tener diferentes tipos de dificultades, ya sea en la relación con nosotros mismos, con los demás o con el mundo. Cuando nos enfrentamos a problemas de relación con los demás estos afectan profundamente a nuestro bienestar.

Las personas somos seres sociales y por tanto conectados a los demás, de ahí que cuando tenemos dificultades en las relaciones sociales tenemos un problema que puede afectar a nuestra calidad de vida y a nuestra salud mental.

Para que la especie humana sobreviva necesitamos cuidar y que nos cuiden. Nadie es autosuficiente, todos nos necesitamos. Cuando somos niños somos completamente dependientes de otras personas, así como también en otras etapas de nuestro desarrollo vital.

Para sentirnos socialmente satisfechos no basta mantener sólo una buena relación con los más cercanos, necesitamos además mantener buenas relaciones con amigos, con compañeros de trabajo, universidad, etc. 

¿Por qué tengo problemas de relación social?

A veces el problema viene de lejos. Determinados modelos de familia, sobre todo aquellas que son hiperprotectoras o las intermitentes, contribuyen a tener más posibilidades de sufrir un problema de estas características. La hiperprotección puede producir que el niño deje de aprender determinadas habilidades sociales por la intervención de los adultos.

Imaginemos la típica escena, varios niños en el parque jugando y a uno de ellos sus compañeros no le dejan jugar. El niño llora, grita y protesta; entonces interviene rápidamente la mamá o el papá:

– ¿Cómo es que no dejáis jugar a Juanito?.  ¡Venga dejadle jugar con vosotros!.

El grupo de niños admite forzado a Juanito, pero Juanito no ha aprendido nada. No ha aprendido habilidades sociales para que el grupo le admita, fueron los papás los que le resolvieron el problema. Así que, con la mejor intención, produjeron el peor efecto en este caso.

La infancia es una aprendizaje, y este aprendizaje no es precisamente racional. Son las emociones las que nos dan los mensajes que tenemos que aprender.

Cuando Juanito está triste, frustrado y airado porque no le dejan jugar, está aprendiendo una valiosa lección. Ese dolor emocional le está hablando a gritos, «algo estás haciendo mal porque no te dejan jugar». Y es entonces, cuando se produce el cambio, y se aprende una habilidad social.

Pero al pobre Juanito sus padres no le dejaron aprender, para protegerle del dolor emocional en ese momento lo condenaron a algo mucho peor. Ya se sabe, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.

Otras veces, una experiencia emocional negativa puede asimismo contribuir a crear un problema de este tipo. Un mal profesor, que ridiculiza a un alumno delante de toda la clase. Un problema de bulling, un fracaso social, etc. 

Pero ¿qué es lo que pasa en realidad?

Sea como fuere, el caso es que se ha estructurado un miedo patológico a la evaluación social negativa y al rechazo social. Este miedo produce que, como remedio, intentemos evitar aquellas situaciones que estimamos amenazantes.

Lo malo de esta solución es que, aunque aparentemente funciona, en realidad lo que hace es empeorar el problema hasta el punto de afectar gravemente a varias áreas de la vida; porque cada vez que evito la situación me estoy dando un mensaje especialmente dañino: “no soy capaz”, que me hace perder la confianza en mis recursos.

Por otra parte, ese miedo muchas veces se traduce en una obsesión. Pensamos que todo el mundo va a evaluarnos o a ridiculizarnos. Así que cualquier nuevo contacto social me pone en situación de hiperalerta. causando las sensaciones físicas de la ansiedad y la pérdida de control.

¿Y qué podemos hacer?

Cuando hablamos de un problema fuertemente estructurado y que está generalizado, de modo que afecta a varias áreas de la vida, la recomendación es acudir al psicólogo. 

La ayuda profesional en estos casos es, muchas veces, el medio para superar un problema cuya solución pasa por un cambio de punto de vista. Esto es, en primer lugar es necesario romper la convicción de que se está siendo juzgado y rechazado por los demás, para después poder comenzar el trabajo de afrontamiento de las situaciones temidas.

Como decía Ghandi «si quieres cambiar el mundo cámbiate a ti mismo».

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